sábado, 14 de mayo de 2011

Diferentes clasificaciones de lo folclórico

Continuando con Disney, lo más importante no es que esas películas se pusieran de moda sino que a partir del siglo XX empezaron a investigar y analizar los textos folclóricos.
Vladimir Propp
El primero que lo hizo fue Vladimir Propp e hizo su tesis doctoral sobre las estructuras, macroestructuras y subestructuras que sustentan los cuentos folclóricos rusos.
Lo primero que hizo fue recoger cuentos para investigar lo que le contaba la gente del pueblo pero consiguió tantos que se vio imposibilitado para usarlos todos. Para que el trabajo fuera funcional dividió los cuentos en cuatro tipos: mitos, cuentos de animales, cuentos de fórmula y cuentos de hadas o maravillosos. Esta es la primera clasificación que se hizo de los cuentos folclóricos en la historia. Fruto de su tesis doctoral publicó un libro llamado “morfología de los cuentos de hadas” ya que acabó quedándose sólo con el último grupo, cuentos de hadas o maravillosos.
Ahora pasaré a describir cada uno de los tipos de la clasificación de Vladimir Propp:
-         Mitos: son historias de origen religioso cuyas religiones ya han desaparecido, como por ejemplo la mitología. Se dan para explicar a la gente del pueblo los fenómenos naturales, sociales o psicológicos utilizando dioses y héroes como personajes.
Cuando tenían origen religioso no podían ser cuentos, pero ahora que no están esas religiones ya no tienen carácter religioso, con lo cual ahora sí pueden ser cuentos. Aunque hay algunas excepciones que hacen referencia a las religiones que todavía están vigentes, como por ejemplo el Génesis (Adán y Eva), no se le puede decir a un cristiano que esto es mitología.
-          Cuentos de animales: para que un cuento pueda entrar dentro de esta categoría todos los personajes tienen que ser animales, como por ejemplo el cuento de “los siete cabritillos”, ejemplo de los que no podrían ser son: “Caperucita Roja” o “El gato con botas”. Dentro de esta categoría podemos encontrar dos subtipos, aunque no lo hizo Vladimir Propp:
o   Cuentos de animales propiamente dichos: todos los personajes son animales y éstos representa a personas, es decir, son cuentos animistas, como por ejemplo el cuento de “los siete cabritillos” que representa a una madre con sus siete hijos y un peligro.
Estos cuentos no tienen moraleja, para decir que la tiene ha de pertenecer al cuento, aparecer en la historia. Lo que sí tienen son enseñanzas, a veces una y otras veces más. Siguiendo con el cuento de “los siete cabritillos” las enseñanzas serían: no abrir a los extraños, que la madre siempre te va a proteger.
o   Fábulas: en este caso los animales representan vicios y virtudes de los humanos, arquetipos de los humanos, son historias didácticas. Un ejemplo de ello es “la cigarra y la hormiga” en la que una es “una viva la vida” y la otra una trabajadora. Las fábulas sí que siempre tienen moraleja porque son historias morales. Es moralizante para que la gente vea lo malo que son los vicios y lo bueno que son las virtudes. El primer fabulista es Esopo, pero las fábulas las ha escuchado, no las ha hecho él, por lo tanto no es autor, las recopila. Podemos decir que también hay algunas que no tienen personajes animales, pero éstas se llaman apólogos.
-         Cuentos de fórmula: son aquellos que o bien todo el cuento o parte de él hay que aprendérselo de memoria, porque si no te lo aprendes no es lo mismo, a esto es a lo que llamamos fórmula. Por ejemplo: los cuentos mínimos à venía una hormiguita por aquí, por aquí, por aquí… o este puso un huevo, este lo cogió… (haciéndolo con los dedos), estos son completos una fórmula. Un ejemplo de que sólo tenga parte del cuento que es una fórmula es “la ratita presumida” (ratita, ratita linda, ¿te quieres casar conmigo? Y la ratita dice, ¿y por la noche qué harás? Y el animal hace su “ruido” y la ratita dice: ¡uy no! Que me asustarás. Hasta que llega el gato y dice dormir y callar, dormir y callar y la ratita dice, ¡pues contigo me he de casar!). Estos son los cuentos de fórmula.
-          Cuentos de hadas o maravillosos: viendo el nombre parece sólo que se incluyen los cuentos en los que aparecen hadas, pero no es así, son parte de esta categoría los cuentos que tengan cualquier personaje que sea del mundo mágico (duende, ogro, lobo que habla…). Aquellos en los que en un mundo de animales los humanos hablen y en un mundo de humanos los animales hablen. Por ejemplo: “el gato con botas”.
Todo lo que hay es simbólico.
Esta clasificación de Vladimir Propp nos sirve para entender los distintos tipos de textos folclóricos. Todos los cuentos siguen la estructura de Propp en la “morfología del cuento”.
Gianni Rodari
Hay una segunda clasificación que es la de Gianni Rodari que pretendía separar los cuentos en temas, en diferentes tipos para trabajar con los niños distintos objetivos. Hay tres grandes bloques.
-          Cuentos de animales: estarían los que explicamos con Propp, pero lo divide aún más:
o   Animales salvajes.
o   Animales domésticos.
o   Relaciones entre hombre y animal.
o   Relaciones entre animales salvajes y domésticos.




-         Cuentos mágicos: este bloque equivale a los cuentos de hadas o maravillosos de Vladimir Propp pero en este se añade la mitología, no lo separa como Propp.
o   Historias de adversarios sobre naturales.
o   Historias de parientes sobrenaturales o embrujados.
o   Empresas sobrehumanas.
o   Auxiliares sobrenaturales.
o   Objetos mágicos.
o   Historias de carácter religioso.
o   Cuentos de bodas.
-         Cuentos de bromas y anécdotas: son chistes alargados, esto del cachondeo es muy mediterráneo. Aquí se incluirían los cuentos de fórmula y los cuentos mínimos que expliqué en la anterior entrada. Son cuentos para juguetear y hacer reír al niño.
o   Cuentos del tonto.
o   Cuentos del listo.
o   Cuentos con fórmula o estribillo.
Podemos encontrar una tercera clasificación que es de Sara C. Bryant, que a su vez es la primera cuentacuentos que se define como tal, e incluso dedicó su vida a contar cuentos, los contaba en distinto sitios. También es la autora del primer libro “cómo contar cuentos”. Su clasificación la hizo por edades:
-          Cuentos de 3 a 5 años:
o   Historias rimadas.
o   Historias con fragmentos versificados.
o   Historias de animales personificados.
o   Cuentos burlescos.
o   Cuentos de hadas.
-          Cuentos de 5 a 7 años:
o   Folklore (leyendas locales)
o   Cuentos de hadas y cuentos burlescos.
o   Fábulas.
o   Leyendas.
o   Narraciones de historia natural.
-          Cuentos para mayores:
o   Folklore.
o   Fábulas.
o   Mitos y alegorías.
o   Parábolas de la naturaleza.
o   Narraciones históricas.
o   Historias reales.
o   Narraciones humorísticas.
Esta no es la única clasificación por edades, está bien como punto de partida.
Hemos de saber que las clasificaciones son orientativas. Lo más importante es conocer a los niños y conocer también muchos cuentos para no repetirlos en el aula.
He de decir que me ha gustado mucho conocer todas estas clasificaciones porque se ve que ellos sí que se interesaron por esa literatura del pueblo e incluso para entenderlo mejor decidieron hacer diferentes clasificaciones. Ya tuvo que ser difícil ponerse a investigar para conocer cada una de estas historias y pensar en cómo clasificarlas.

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