sábado, 21 de mayo de 2011

El nacimiento del lector

Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice Francesco Tonucci, parece que no solamente los estudiantes somos los que pensamos que el problema de la no admiración por la lectura viene desde bien pequeños, será porque el problema está en la escuela, ¿no? Yo considero que sí, se obliga a los más pequeños a empezar a leer cuando aún no están preparados y a lo mejor no les interesa.
Por leer entienden solamente “saber descifrar palabras y frases escritas en un libro” y nadie le daba o da importancia al simple gusto por la lectura, a disfrutar con ella. Pero es que además se les hace leer en alto, algo no muy normal, porque cuando los adultos leemos, ¿lo hacemos en voz alta? ¿No verdad? Y, ¿por qué a ellos se les dice que ha de ser así? No es nada comprensible que cada uno de los niños del aula tengan que estar leyendo el mismo libro, elegido por el profesor, sin pensar en si les interesa o no o a quién le interesa, todos al mismo ritmo, todos leyendo de la misma forma… pero, ¿no puede pensarse que cada niño es distinto, con intereses diferentes y ritmos para nada iguales? Esto es lo que debemos tener en cuenta, que cada uno pueda elegir ese libro que más le interese e ir al ritmo que él necesite.
Es una pena que todavía se sigan métodos tan tradicionalistas… hay tantas formas de dinamizar la lectura y de interesar a los niños por ella… los niños pueden perfectamente inventarse una historia y ser transcrita por la profesora, para que posteriormente la lleven a casa y así la familia pueda disfrutar también de lo que ha creado el niño.
Otra muy buena manera, como bien dice Francesco Tonucci, es la escucha de la lectura, creo que no es muy difícil sacar un momento para pasar este rato tan primordial con los niños, es una pena que se ponga la excusa del cansancio o simplemente el querer ver la tele, ¿qué mejor manera de pasar el tiempo de ocio que estar con los niños contándoles cuentos? Acercándoles así a la lectura de manera divertida y dinamizadora, con la cual podrán disfrutar y además creando una relación, un vínculo, difícilmente repetible. Es muy importante la escucha porque así se fomentará la lectura para cuando se sea más mayor.
Hemos de hacer que los niños dispongan de una biblioteca de aula de la que poder disfrutar cuando quieran y en la que poder descubrir los libros y la lectura por sí solos. “Esta biblioteca dará pasó a la biblioteca de la escuela y después a la biblioteca pública”, así conseguiremos que cuando sean más mayores no aborrezcan la lectura y sean capaces de, en su momento de ocio, decidir leer un libro y disfrutar de él y con él.
¿Por qué no se enseña la lectura de una manera más natural? Es lo que hemos de conseguir, que los niños lean cuando realmente estén preparados e interesados y no conseguimos nada si lo que hacemos es presionarles e imponérselo, bueno sí, conseguiremos que lo aborrezcan. Con lo cual como esto no lo queremos busquemos otras formas, ¡que las hay!
La lectura debe ser un momento de disfrute no de aburrimiento.

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